jueves, abril 24, 2008

CARTA A "MI NIÑA"

UN MILAGRO DE VIDA

Ella es mi "mi niña"...

MI PRINCESA.

El ser que más amo y por quién daría todo de mí. Mi "niña" porque lo es; apenas comienza a ser una adolescente.

En todos los tiempos hemos visto casos de rebeldía absurda, llevados por la moda, por la falta de criterio, por la búsqueda de nuestro propio ser e ir en contra de la sociedad. Pensamos que con ello el mundo va a cambiar, es mentira, nuestro mundo siempre tendrá algo negativo, no podemos cambiar un sistema, ni la corrupción, ni las reglas impuestas en nuestro ámbito social y familiar; ¿por qué mejor no cambiamos nuestro propio mundo? y hacemos de él lo mejor que podamos.

Vivir una vida plena, llena de metas a corto, mediano y largo plazo. Cumplir objetivos y no ir en contra de la corriente.

No, pero hoy voy a hablar de ella: En búsqueda de su propio ser, en la búsqueda del amor, el final de una soledad impuesta por ella misma. Siempre fue una niña antisocial, introvertida, metida en su propio mundo, pero sumamente inteligente. No necesita ser cerebrito para aprender cualquier cosa, tiene una capacidad enorme de comprensión en todo lo que lee. Sin embargo a últimas fechas no ha sabido encausar esa inteligencia en su vida diaria. Suele ser una excelente amiga, sabe escuchar, puede dar un buen consejo, pero inútil tomar los buenos para ella. Amaba la escuela y lloraba si no podía por alguna razón, asistir. Hoy, creo que la escuela es lo que menos le importa.

No hay razón para decir que los jóvenes no tiene derecho a vivir su vida ¡claro que lo tienen! pero a vivirla, a ser felices, a divertirse y a encausarla. Todos tenemos derecho a cometer nuestros propios errores, pero también somos responsables de darles un giro a ellos para poder iniciar nuestro camino a la madurez. La soledad, como la siente muchas veces ella, no puede llenarse con placebos; no debe llenarse con alcohol, ni con nicotina, mucho menos con amores que no lo son. Esa soledad permite que encontremos en alguna adicción o persona que nos haga sentir bien momentaneamente, el vacío que sentimos en nuestro diario vivir, pero solo es pasajero, despues cuando se marcha, queda ese hueco aún más grande.

No dudo que haya jovenes que realmente encuentren el amor a temprana edad, pero se requiere de mucha madurez para saber que realmente llegó... Debemos darle tiempo al tiempo para encontrarnos en nuestra propia búsqueda. Como seres pensantes, tenemos derechos, pero también tenemos obligaciones. Como seres pensantes nos debemos respeto a nosotros mismos y a la gente que nos rodea, sobre todo a la gente que queremos. No hay querencias, cariños o amores, si no hay comunicación, respeto y admiración. Llevar un mismo rumbo que nos guíe a un puerto en el que podamos anclar y comenzar nuestras vidas como "adultos".

Pero a ella, aun le falta mucho camino.

MILAGRO DE VIDA. Efectivamente lo es, porque le ha ganado la batalla a la muerte.
En el 2006 vivió un proceso que le mantuvo en estado de coma durante más de un mes, con sus recuerdos y sus sueños dormidos... Su despertar no fue dulce y su reiniciar no fue fácil. Entiendo que por ello y no la justifico, sus ansias locas de vivir con rebeldía y comerse el mundo a bocanadas.

Pero antes de correr debe aprender a caminar de nuevo. Por ello y sin justificarme a mí misma, es a veces la sobreprotección. Soy una madre que lo único que desea es ver felices a sus hijos y a la gente que ama. Ha cometido errores o tal vez equivocaciones que me hacen dudar de su inteligencia, porque la inteligencia se base en la forma de conducirte y en el deseo de vivir, mismo que se ha visto truncado a veces por esa soledad impuesta por ella misma, por la falta de madurez y por la incuestionable apatía para comentar sus cosas a quienes realmente la amamos; esa falta de comunicación es lo que más me preocupa a mí como madre.

Para muchos, aún sin conocerme, podré ser una mamá intransigente, "castrante" o metiche, como lo han comentado con ella, pero tampoco me importa, se que no lo soy y que solo estoy cumpliendo con mi propio papel. Cuando encuentre el verdadero camino hacía mi propia identificación y comunicación, con ella, tal vez las cosas cambien. Cuando ella se comprometa a cumplir con la escuela y con las reglas y límites establecidos en su hogar, tal vez alguans otras serán diferentes.

Para dar, hay que recibir. Este comentario, tampoco es para disculparme o justificarme con nadie. Si he agredido u ofendido a alguna persona, no me arrepiento, lo volvería a hacer siempre que encuentre una razón que pueda dañar el bienestar de mi hija... Estas son mis razones por la que trato de protegerla o encausarla hacía otros caminos.

Solo les recuerdo que aún les falta mucho por vivir.

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