jueves, mayo 08, 2008

CUANDO ERES NIÑO

Cuando eres niño piensas que crecer es muy lejano
y te urge hacerlo porque también inocentemente
imaginas que la vida será más fácil ¡fatal y garrafal equivocación!

Muchas veces en mi vida he deseado volver a ser niña
y mantenerme alejada de la realidad, cruda y cruel realidad de adulto.

Y cuando veo a un niño, a mis sobrinos o primos,
solamente le pido a Dios que les permita ser felices.

Jamás le he hecho mal de forma directa a persona alguna,
soy humano y he cometido errores, he aprendido de ellos,
no es necesario decir que tengo un carácter viceral, muchas veces grito,
mi gesto adusto no es de mal genio más bien es de dureza
porque la vida ha sido dura conmigo, pero nunca, nunca
he odiado o deseado el mal a nadie.

Trato de ayudar o apoyar en la medida que puedo y de la forma que sea necesaria.
Duele, y mucho, saber que todo es en vano, que nunca quedas bien
con nadie y que a nadie le das gusto.

Jamás me enseñaron a ser egoísta, pero tampoco me enseñaron
a mediar el apoyo.

Es inútil decirle a alguien, sordo a tus palabras, un ¡Te quiero! o
¡Cuentas conmigo!

Inútil, porque quien no se ama, ni tiene paz consigo mismo,
jamás podrá aceptar una palabra de consuelo o un "Te quiero" sincero.

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