No es que este triste, no...
Es solo un momento de desolación
que pasará tan pronto como un soplo...
Es un grito de amor y sobre todo de ESPERANZA.
Un niño nos regala su sonrisa
y nos permite mirar hacia el futuro
con esperanza a un mañana mejor.
No es que este triste, no...
Pero una sola palabra
puede cambiar la sonrisa que afloraba.
Y de verdad,
no es que este triste,
ni lo estoy...
El Señor me cobija en sus brazos
y nunca me abandonará.
Y ustedes,
que nada impida que sigamos juntos
y nada consiga volver a derrumbarnos.
No es que este triste, no...
Simplemente deseo pensar en ello hoy,
mañana, volveré a ser la misma
de nuestros nuevos días
y sonreire y cantaré a la vida.
Porque nada impedirá
que desee seguir viviendo
mi tan ansiada nueva vida.
lunes, marzo 23, 2009
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